domingo, 27 de diciembre de 2009

The sky is not blue; is BLACK like my heart ...

Otro año. Un año nuevo lleno de metas, promesas, mentiras, engaños, desepciones. Pero de seguro, con más logros que este.
La desesperacion; las ganas de contar esto de Ana, la adrenalina de tener un secreto, pero que al mismo tiempo te destruye, te aleja, te da miedo, te nubla la vista, te descontrola. Te toma por sorpresa y te atrapa en un círculo donde no ves la salida; donde solo viste la entrada sin saber que no había escapatoria.
Muchas de nosotras decimos que esto no es un juego, que en esto se entra pero uno no sale. Bueno, dejenme decirles la verdad. Entré como un juego. Quería experimentar la sensación de hambre. Aunque pensándolo bien, también entré por la verdadera razón. Sentirme descriminada.
Desde chica fui la niña que estaba sola, la gorda, la fea, la insoportable, la llorona, la rara... LA RARA.
Mis padres me mandaron al Nutricionista cuando tenía tan solo 7 años porque, simplemente, estaba un poquito rellenita. (Tenía 10 kilos de más) nunca me dijeron que estaba gorda, pero me lo dieron a entender. ''No comas eso!'' ''Dejá de comer tanto chocolate'' ''No podés estar todo el día sentada'' ''Dejá eso ahí, no comas más'' ''Si no hacés algo ahora, vas a quedar así para siempre''. Sin duda, la peor cosa que me pudieron haber dicho. Yo estaba ahí, sentada viendo a todos los nenitos gordos. Y yo con una remerita rosa EXTREMADAMENTE AJUSTADA AL CUERPO. Nunca vi mi cuerpo mal. Ni mucho menos gordo. Le preguntaba a mi papá por qué estaba ahí, que no entendía nada. Y en mi inocencia me creí cada palabra de mi viejo. ''No pasa nada, es para que vea si estás bien con tu peso; para hacerte algunos exámenes de sangre y nada más. Es para asegurarnos que estás bien''. Desde ese puto día, mi vida cambió rotundamente. Me empezaron a restingir chocolates, mantecas, huevos, golosinas, etc. Tenía el colesterol alto. Eso pasaba. ESO, y además estaba GORDA. Claro.

9 años. 4to grado de primaria. Todas mis compañeritas eran modelos. NI UNA era gorda. Yo sola lo era. Era la época en que los chicos empiezan a fijarse en las chicas. Donde se empieza a ver al ''chico'' como alguien atractivo más que como ''otra especie''. Nadie me miraba. El chico que me gustaba me cargaba y todos se unían a sus chistes. Todos se reían de mí y no hacían nada más que hacerme llorar. Entonces para eso, me aislaba. Rogaba porque la profesora, cuando hacía los cambios de asiento, me sentara sola. Nunca usaba el teléfono, jamás me invitaban a los cumpleaños, y sin embargo, mi papá y mi mamá festejaban los míos. Iban todos, claro. Pero a mí, nunca me invitaron a uno. (que raro, lloro al recordar esto) Pasaba horas mirando la televisión. Soñando con un novio, jugando a las Barbies, cuidando a mi mamá cuando tomaba y cocinando. Angustiada por las discuciones de mis viejos. Pero nunca me fue mal en el colegio. Era la mejor alumna que tenía 4to grado. Era buena en todo... En todo lo que no fuera relaciones sociales, obvio. Siempre buscaban lo necesario para hacerme quedar mal, para hacerme llorar. Era el blanco del curso. Ni las ''dejadas'' me querían. Odiaba ir al colegio y al mismo tiempo odiaba estar en mi casa. Ambos lados eran el infierno mismo.

Decía que tenía una mejor amiga que siempre me dejaba por los demás. En gimnasia siempre fui elegida última. Ni siquiera me elegían, era por descarte lo mío. En los recreos caminaba sola por el patio mientras todos me miraban y se me reían en la cara con todo el desprecio. Sin cuidado alguno. Con esa maldad que se tiene cuando uno es chico. Esa maldad que hace que digamos todo sin filtro.

Estaba cansada de to
do esto. Y de repente me encontré dejando de comer. (Porque claro, la angustia me agarraba por el lado de comer, comer, comer sin parar) Dejé de comer, empecé a hacer voley y para mis 12 años ya tenía un par muchos kilos menos. Me sentía bien. Las cargadas por la gordura habían bajado de nivel, teníamos un grupo casi armado, y empecé a ir a los cumpleaños. Me acuerdo como si fuera ayer el día en que ''salí del closet'', por así decirlo. Por vez primera abrasaba a mis ''amigas'', y besaba en el cachete (y bueno, yo veía que todas hacían eso, entonces también lo hice) y funcionó. Me sentía tan bien conmigo misma. Fue una satisfacción enorme porque hice algo que había servido. Me hizo sentir por primera vez útil. Todas nos conocíamos desde que teníamos 3 años, y NUNCA había tenido una amiga. Bien por mí. Estaba en sexto cuando eso pasó. Fin de año casi, creo. Volví a comer porque mis viejo me obligaron y bueno, en mi vida estaba todo bien por lo que comencé a comer de nuevo. Engordé todo y más de lo que había bajado. ¡GENIAL! No me importó, hasta que empecé a tomar conciencia de que los chicos ya eran otra cosa y quería que se fijasen en mí como en mis ''amigas''. Desde ahí volví a dejar de comer, pero con toda la furia. Bajé 3 kilos la primera semana. Hasta que mis viejo se dieron cuenta que tiraba la commida, que no la tragaba y que mis excusas eran muy estúpidas. Me dijeron que tenía... PRINCIPIO DE ANOREXIA. Yo me les reí en la cara. Jamás había escuchado eso respecto a mí. Aunque unos días después empecé a recordar cuando me contaron que mi tía también lo sufrió y que por genes, estoy más predispuesta a sufrirlo también. Así que por cosas de la vida, volví a comer. No engordé, me mantuve.
Hace unos meses me vi al espejo y vi a unas amigas. Vi que ellas eran gordas, pero lindas. Rarísimo, pero es así. Todavía lo son. Y dije ''Okey, ya da igual. Comamos de nuevo como antes'' y comencé a comer como cerdo otra vez. Un día, mi mente hizo CLICK. No sé cómo ni por qué lo hizo, simplemente, lo hizo. Entré en internet y me puse a leer cosas relacionados con Ana. Como controlar la ansiedad, ejercicios, trucos para men
tir, etc. Ahí la conocí y nunca más quise dejarla. Ahora tampoco, eso es peor. No paré y sé que no voy a para. Me veo en el espejo y me odio. Me odio por no poder bajar. Por ser así como soy. Me doy vergüenza, asco... eso! AS-CO! Me siento una ballena. Una morza. Me odio. Odio mi cuerpo.
Fui, soy y seré una gorda, fofa, desagradable y horrible. Porque eso es lo que soy...


Firma: La Gorda Cerda.

1 comentario:

  1. Hola nena como estas?
    Un poco complicada tu historia, yo tmb sufri bastante de eso, pero ahora lo estoy intentando cambiar!
    Te deseo lo mejor cuidat preciosa ♥
    te sigo ^^

    wan♥

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Carta de Ana para las Wannabe

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